Puede que haya muchas más...infinitas.

Había una vez un joven y apuesto príncipe. Vivía en un bello pueblo, con su familia, muy tranquilamente.
Un día, el príncipe paseaba por su pueblo y conoció a una joven de la cuál se enamoró perdidamente.
En aquellos tiempos, no había problema en que la realeza se juntara con la plebe. Por lo que los jóvenes prosiguieron con su amor sin ningún impedimento.
Lo que el príncipe no advirtió, es que debajo de aquel aspecto angelical y juvenil, la joven ocultaba una personalidad de bruja. Y nadie se dio cuenta, hasta que se casaron y se fueron a vivir juntos.
Al principio comieron perdices pero la convivencia se hacía cada vez mas dura. El príncipe quería seguir viviendo como tal, pero ya no estaba en casa de sus padres, y tenía que ocuparse él personalmente de varias cosas, en lo que correspondía a su casa y territorio. Pasados unos pocos años, la joven comenzó a demostrar sus aspectos de bruja. Se quejaba por todo, estaba obsesionada con la limpieza y el orden, con la ropa, con los horarios, y otras cosas.
Un día el príncipe quiso tener una mascota (¿hijos? más adelante) y se le ocurrió que unas aceitunitas que andaban por ahí, medio pasadas, en un frasco, serían la mejor compañía.
Y allí estaban las aceitunitas, tan felices de haber sido indultadas.
La joven, que además de no entender nada, era en realidad una bruja, se enfadó y tiró las aceitunas. El príncipe también se enfado muchisimo….
Pero la verdad es que las aceitunas ya estaban muertas hacía unos días, porque el príncipe no las cuidaba tan bien.
La joven decidió no ser más bruja. Decidió que si la casa quería venirse abajo, que se viniera, ella no debía dejar salir la bruja que llevaba dentro solo por tonterías. El príncipe cambió un poco de actitud y se dio cuenta que haciendo algunas cositas más, podía contribuir a que la bruja no saliera de dentro del cuerpo de la joven….poco a poco las cosas se fueron reacomodando.
Y yo no sé como acaba esta historia, pero quiero imaginar a los enamorados bien enamorados, felices y comiendo jamón de pata negra….aunque la casa se venga abajo.
Cáceres
NO SE LO DOY A NADIEEEEEEEEEEE!!! ES MIOOOOO!!!!!!