domingo, 14 de diciembre de 2008

Algo que enseñar (o que aprender)

Acabo de leer una nota en el periódico El País sobre un personaje de la política argentina.
Nuestro ex presidente, Raúl Alfonsín, fue el de nuestra transición. Yo tenía 6 años cuando él llego a la presidencia, y mi mamá, que se decía muy socialista, lo adoraba. Bueno, en ese momento más de la mitad del país lo adoraba. El tema es que para mí fue muy emblemático. La alegría del fin de la dictadura, mi madre llevándome a todas las manifestaciones para apoyarlo, la democracia que por fin llegaba. Por suerte (¿o desgracia?), crecí en democracia y soy la hija de la generación castigada.
Hago este post porque la nota que apareció en El País me hizo acordar a mi vieja y todas sus reivindicaciones políticas, me emocionó. También, rescata muchas cosas que en general la gente olvida, y por las cuales hubiera merecido la pena pelear y no dejarse llevar por el sindicalismo barato de mi país y que no fue capaz de movilizarse en todos los años de dictadura, pero que, como no, a Alfonsín le hicieron nada menos que ocho huelgas generales.
Va por vos, má, mirá, hasta en España se acuerdan. Por vos también, Raúl.

ANÁLISIS: EL ACENTO
El héroe que hizo lo que pudo
14/12/2008

Que una sociedad le dé las gracias a un político es un acto casi extravagante, por lo desacostumbrado. No debería ser así porque, si nos libramos de los prejuicios relacionados con la política, deberíamos reconocer que, como dice Hanna Arendt, las pocas y raras ocasiones en las que se ha logrado cambiar algo, ha sido precisamente cuando hombres y mujeres plurales se han asociado para actuar políticamente. Hay políticos que se merecen el agradecimiento de sus conciudadanos y que no son los héroes que les llevaron a la guerra o les exigieron esfuerzos insufribles, sino los del tipo que le gustaban a Romain Roland, héroes que hacen todo lo que pueden. Los argentinos empiezan ahora a darse cuenta de la importancia que tuvo la presidencia de Raúl Alfonsín, cuando, hace 25 años, se hizo cargo de un país que salía arrasado y desmoralizado de ocho años de feroz dictadura militar. En unas circunstancias extremadamente difíciles, Alfonsín hizo todo lo que pudo para defender el sistema democrático y devolver a los ciudadanos su dignidad colectiva.

A Alfonsín se le ha reprochado que dejara al país sumido en una violenta crisis económica y que aprobara las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que permitieron salir indemnes a muchos militares que habían asesinado, violado y torturado.
Pero fue Alfonsín quien sentó en el banquillo a los ex comandantes que integraron las Juntas Militares, y lo hizo cuando todavía estaba incólume la estructura castrense que había sostenido la dictadura. Fue él, y no Menem ni Kirchner, quien envió a la cárcel, con condenas a perpetuidad, a Videla, Masera y Agostí. Alfonsín recibió un país cuya industria había desaparecido y todos los planes de estabilización que intentó fueron boicoteados por muchos de quienes ahora le alaban. La misma CGT que nunca organizó una huelga general durante los ocho años de infamia militar, lanzó nada menos que ocho al presidente democrático.
Saludemos pues el desacostumbrado ejercicio de agradecimiento a un político honesto, una cualidad que nadie ha negado nunca a Alfonsín y que, desafortunadamente, ha estado tan poco presente en alguno de sus sucesores.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/heroe/hizo/pudo/elpepiopi/20081214elpepiopi_1/Tes



9 comentarios:

YoSolo dijo...

Muy buen post!
Adhiero 100%
Saludos

Unknown dijo...

Coincido contigo y con Gustavo. Alfonsín es y será "un señor", un ser humano de muchísimas virtudes y algunos defectos. Tiene todo mi respeto y agradecimiento, lo que no puedo decir de los presidentes que lo sucedieron.
En la facultad le decíamos cariñosamente "EL VIEJO"... que lindos recuerdos.

Porteña en Madrid dijo...

Gustavo: gracias....me alegra compartir esta opinión!

Chuquis: también mi respeto, y un cariño enorme. Un beso para uds. y "El Viejo".

Anónimo dijo...

Alfonsín puede haber cometido errores como cualquiera, pero creo que son más que perdonables que errores que cometió otro que le sucedió, dejando al país sin nada, a muchos hundidos en la miseria y una violencia urbana que hace a algunos como yo irnos del país a buscar nuevos horizontes..
Saludos, de otra porteña también en Madrid..

mariajesusparadela dijo...

Para que veas. Claro que en España se habla de tu tierra.
Por cierto, he leído que se ha muerto la fundadora de las "madres de la plaza de mayo" sin ver cumplido el deseo de recuperar a su nieto. Pero, como tantas mujeres, ha hecho historia, una preciosa historia que nos obliga a no olvidarla nunca...
¿Y, quién te ha dicho que tu blog no está en mi lista, tanita?. Con lo que yo te sigo en la distancia.

Merche Pallarés dijo...

Leí ese muy merecido elogio a Alfonsín pero se ve que los "poderes fácticos" no le permitieron seguir. Muy triste, muy triste que una persona honesta e íntegra que llega al poder no pueda seguir con su programa porque los "otros" intereses espurios no se lo permiten. Vivimos en un mundo MUY corrupto, querida Marianita. Besotes navideños, M.

Porteña en Madrid dijo...

Chachita: estoy muy de acuerdo con vos" Bueno porteña, vos también andás porteñando en Madrid????

Porteña en Madrid dijo...

Maria jesús: si si, eso me gusta, que se sepan cosas de allí. Lo de las madres y abuelas de plaza de mayo es muy fuerte, muy duro y triste a veces....
Y lo de tud preferencia...si, ya se que me visitas!!!!
Un beso Galle!

Porteña en Madrid dijo...

Merche: merecidisimo elogio al hombre que trató de enseñarnos la buena democracia.