jueves, 23 de octubre de 2008

PORTEÑA EN BUENOS AIRES

QUERIDOS AMIGOS BLOGUERS

En unas horitas me tomo un avión a Buenos aires.
Hace mucho que no voy y estoy muy feliz. La verdad que de tan feliz, no sé muy bien como describir lo que siento. Escribo tantas pavadas….y lo importante, no sé si sé explicarlo.
Me llevo la compu, así que la porteña en Madrid tratará de escribirles desde Buenos Aires. En realidad voy por muy poquito tiempo, pero me bastará para cargar pilas de cariño.
Escriban que lo leeré y me hará muy bien. Un abrazo virtual a todos.
Ah! Por cierto, anduvo por acá una tal Merche Pallarés, y nos dio tiempo de tomarnos un refresco para conocernos antes de partir.
¡¡¡Un abrazo virtual a todos!!!


miércoles, 22 de octubre de 2008

Fiestas de barrio con mercadillo medieval

Algo que nos parece curioso a los extranjeros…..no, mejor dicho, a los argentinos extranjeros, son las fiestas de los barrios. Aclaro que “a los argentinos” porque hasta ahora he conversado sobre esto con argentinos. Los otros extranjeros que conozco no me han dicho nada al respecto.
Allá hay murgas de barrio (un saludo a “Pasión Quemera” eh!!!!) y tal vez en carnaval se arma alguna fiesta en algunos barrios. Pero poco. Y ahora que rememoro, por las fechas de carnaval mi papá nos llevaba a nosotros ( a mi hermano Diego y a mis primos y primas, cuando entrabamos en el coche) al carnaval de la avenida de Mayo. Los chicos te perseguían con la espuma y te hacían picar los ojos.
Pero más allá de eso, no hay fiestas barriales. Y acá sí.
Este finde que pasó fueron las de mi barrio, Usera. Se arma un “mercado medieval” como el que les conté de Ávila. Es más chiquito, muchísimo más chiquito. Y ¿saben que había mucho? ARGENTINOSSS!!!!
Y Sebas me comento: “¡cuántos argentinos medievales!”


sábado, 18 de octubre de 2008

La puerta que no es

En todo este tiempo de blog no les he hablado de Sol.
La puerta del Sol es el centro geográfico de Madrid y desde donde se marca el kilómetro cero en España. Nadie puede venir a España sin pasar por acá. Y eso sí que es mucho decir.
En realidad no hay ninguna puerta, pero claro, he leído por ahí que había una muralla que rodeaba Madrid, y una de las puertas estaba acá. Además, esta puerta, tenía dibujado un sol, porque estaba orientada hacia el levante (estamos hablando del siglo XV).
Pasa todo el mundo que viene por ahí, y en año nuevo (que aquí se dice noche vieja a la noche del 31 de diciembre) se junta toda la gente que pueda entrar en la calle que rodea la puerta del sol y frente sede de la Presidencia de Madrid, a oír las últimas doce campanadas del año y a comerse una uva (¡¡pero de las frescas!!) por campanada. Es raro, pero intentaré hacer algún post cuando termine el año para que lo vean.
Día y noche es todo un hervidero de gente. Les dejo algunas fotos de un día cualquiera de semana, por la tarde. Está también la calle Preciados, otro emblema Madrileño.


La Mallorquina, entrando a Sol (donde se venden los mejores croisants o mediaslunas gigantes o sacramentos...)





















Edificio Presidencia de Madrid, antes, Casa de Correos


















calle Preciados










domingo, 12 de octubre de 2008

Cosas que importan (?)

Quiero expresar públicamente (a ustedes, sí, mi querido público bloguero) que estoy hasta el gorro de la campaña electoral de Estados Unidos.
Hoy pregunté, casi desesperada, cuándo eran finalmente las elecciones de EEUU, porque no lo soporto más.
Prendo la radio y que Sarah Pallin dijo esto, el otro le respondió aquello. ¡Que si el debate, que si el candidato republicano miró a derecha o se puso la escarapela a la izquierda! De verdad, estoy un poco harta.
Vengo disculpando mi ignorancia en los últimos post. Esto quizás forme parte de ello. Es verdad que ciertas “realidades”, como la de EEUU importan más que otras porque (desgraciadamente) marcan los destinos económicos y políticos de nuestros países y los países donde residimos. Pero de verdad, veo a Obama hasta en la sopa (y eso que a mí la sopa me gusta, no como a Mafalda).



sábado, 11 de octubre de 2008

Mago de la luz


Otra de las personalidades poco conocidas en general es Sorolla.
Y fue realmente un mago de la luz.
Una de las veces que vino mi amiga Lucianita de Canarias a visitarme me dijo “¡quiero ir al Sorolla!” “¿De qué me hablas Lu?”….yo ni había escuchado hablar de él. Ni media palabra. Sabía lo típico, Goya, Velázquez, Picasso, Dalí….y bueno, me flipa Kandinsky aunque no entiendo un corno de algunas cosas que hizo. A lo mejor yo soy muy bruta (ni leí el quijote, no conozco a Sorolla, etc)
Se me dio una buena oportunidad, porque hasta septiembre hicieron toda una movida en los museos que los dejaban abiertos hasta las 11 de la noche. Aprovechamos una tardecita de hace unas semanas y me di una vuelta por el Museo Sorolla.
Lo dije varias veces y confirmo mi ignorancia, yo no entiendo nada de pintura, pero ya me han dicho que lo importante es que te guste. No hace falta entender de arte y ser un erudito. Te gusta, o no te gusta. Y a mí, este tío, ¡me gusta!


Mueseo casa de Sorolla

sábado, 4 de octubre de 2008

¿Café o caña?


Una de las cosas que más extraño es el “cafecito de Buenos Aires”. No es el café en sí, si no el hecho de entrar a un café, pedirme un cortado, sentada en la mesita, y quedarme un par de horas con un libro, una revista o estudiando. En Buenos Aires lo hacía a menudo. Prefería irme a estudiar a un bar que en casa en silencio (me concentro más con ruido alrededor).
Cuando vine la primera vez a España, me llamó la atención lo “para afuera” que vive la gente. La cultura del bar y la caña. ¿Se pueden creer que un bar, un fin de semana por ejemplo, está repleto de gente, no cabe nadie, no hay mesas, pero hasta en la vereda hay gente tomandose tu cañita con aperitivo incluido? Y circulan las cañas y los “chatos” de vino. La tía Titi, cuando estaba preparando mi viaje a Madrid, me decía siempre “tomate un chato a mi salud” y ahora cada vez que pido un tintito me acuerdo de ella.
El bar de Madrid tiene más que ver con bullicio, alegría, salir a ver otras caras y juntarse con los amigos a rememorar cada día una anécdota diferente. El café de Buenos Aires es más intimista, más de reflexión y psicología barata.
En un punto se tocan: en el punto en que ya las dos costumbres, me pertenecen.