domingo, 17 de enero de 2010

En Argentina las leyes laborales son distintas, mucho perores para el trabajador. A veces los gobiernos hacen arreglos y movidas en este aspecto que no todos vemos y entendemos…y después resulta que no tenemos casi vacaciones, días de exámenes, ni días de asuntos propios que tomarnos. Y vivir y estar bien también es relajarse un poco y descansar.

El hecho de tener un mes de vacaciones, días de asuntos propios (que podemos manejar un poco a nuestro antojo), te hace disfrutar, incluso trabajar un poco más relajado.
Me llegó el turno de gastarme los días que me quedaban, aunque insisto en que por suerte mi curro me gusta. Y me fui a visitar a mi hermana, que no es mi hermana de sangre, pero como si lo fuera, que vive en Tenerife.

Tenerife y La Gomera pertenecen a las Islas Canarias. Este archipiélago pertenece al continente africano, aunque son españolas. Por clima, geografía y costumbres son total mente diferentes a la península. La verdad es que son un encanto de gente, muy amables y cordiales. Probablemente el “aire latinoamericano” que hay influya en lo que yo sienta, que también soy latinoamericana. Muchos de los canarios son de padres canarios que emigraron a Cuba y Venezuela y luego regresaron. Sus hijos habían nacido allí, pero se volvieron. Se nota que las costumbres son más del tipo latino.

El caso es que vuelvo a la península y hace un frio de morirse, cuando yo estuve a más de 20 grados, tirada en la playa. Me dio tanta pena volverme que pensé “deberían estar prohibidas las vacaciones….o deberíamos vivir de vacaciones y volver unos días al trabajo”. En cualquier caso, hasta los que tenemos la suerte de que nuestro trabajo nos guste nos cuesta desprendernos de un paraíso como las Islas Canarias.


El Teide, visto desde La Gomera












Valle Gran Rey, la Gomera


Playa Las Teresitas, Tenerife