un día, un año, una década...

No voy a negar que desearía estar ahora mismo en Buenos Aires. Pasar Navidad y Año Nuevo con mis amigos, mi familia y con calor (reitero, como el año pasado, que es el hemisferio sur. No hay blanca Navidad, si no sudorosa…pero con asadito, a veces piscinita y pachanga!).

Pero estoy acá. Seguro que si vuelvo alguna vez, desearé alguna blanca Navidad. Ya no soy di aquí, ni de allí. Pero soy yo, más que nunca.
Ojalá que este año que entra, sea tan positivo como el que dejo. Desgraciadamente, debo de ser una de las pocas personas para la que este año fue bueno. Mucho tiene que ver mi “trabajo”, mi reencuentro conalgo esencial en mí.

Espero que pase la crisis para esta España que me acoge. Espero españolizarme sin perder mi argentinidad. Espero que se argentinicen conmigo. Deseo que todos estén muy bien. Que los quieran y que quieran. Que escuchen buena música. Que les cunda el trabajo. Que desean el desafío que impone vivir cada día a pleno.
Yo lo voy a intentar…

¡FELIZ AÑO NUEVO, FELIZ NUEVA DÉCADA!

Españolizándome

Como ya les conté, las luces de Navidad son todo un símbolo en Madrid. Hay muchos otros que, como extranjera, no dejan de sorprenderme.

Ayer se hizo el sorteo de Navidad, el Gordo.

Yo me acuerdo que mi papá solía comprar un numerito (o dos) y estaba un poco ilusionado, aunque no mucho. Es de los que no suelen jugar, pero sabe que si no se compra, aunque sea un número, no hay posibilidad de nada. Osea, ganar es difícil, pero si no jugás no hay nada, seguramente.

Pero la “psicosis” colectiva que se vive en España es alucinante. Prácticamente, ayer se paró el país desde las 9 de la mañana, que empezó el sorteo, hasta que salió el Gordo. Y para colmo, escuchar las dulcesitas voces de los niñitos gritando doscientas ochenta y cuatro mil veces “miiiiiiiiiill eeeeuuuurooosss” no me apetecía en absoluto.

También estan las reuniones con todos los que puedas antes de las fiestas para celebrar todo, Navidad, año nuevo, reyes..., como los del trabajo, los de la facu, los del barrio, los amigos desperdigados, los de algún curso o trabajo anterior…etc, ttc. Y eso me gusta, ojo (me va la marcha) pero no soporto la queja de la mayoría porque se tiene que reunir (y consecuente mente comer, beber y gastar dinero), ¡cuando luego son los primeros en enfiestarse! (lease, emborracharse y liarla parda).

Debo destacar que para los festejos, por lo menos en Madrid, que yo sepa, es imprescindible poner la canción de Camilo Sesto "Vivir así es morir de amor", la cuál se las regalo ahora mismito. Pude comprabar, en la reunion con mis compañeros del trabajo, la locura colectiva que se desató al oirla! Por favor, imprescindible en la fiesta española.

Pienso ponerme las pilas a partir de ahora para contarles todo lo imprescindibe de mi Madrid, pero por las dudas, aunque no me considero católica (porfa Rouco, no te enojes eh?) que tengan felices fiestas, linda Navidad y mejor salida y entrada de año!

Las luces se encienden...

El martes salí del trabajo y me fui para el centro, a buscar una cuerda para la guitarra que nunca toco…y que me he propuesto retomar…ya veremos.

El caso es que me bajé en Callao para preguntar por allí dónde vendían, si es que había otro lugar que no fuera el Corte Inglés. Y no, no había otro. Así que baje por Preciados hasta Sol. Estaban puestas las luces navideñas y un árbol gigante.

Madrid entiende que llega Navidad y Fin de año, cuando encienden las luces. Esas que todo el mundo comenta, cuando las han colocado a mitad de noviembre “Ya han puesto las luces…¿ya? ¿Tan pronto?....ejjjjque, de verdad, este alcalde nos llevará a la ruina…con tanto gasto” o si no, la típica afirmación “verás cómo hasta lo último (osea, fechas cercanas a Navidad) no las encienden”. Y así, varios comentarios por el estilo.

El madrileño se guía por las luces. Hasta ese momento, tampoco siente el verdadero frio invernal.

Fotito del año pasado, pero igual vale como ilustración!