Madrid es una ciudad con museos importantes. Pero yo creo que no solo son importantes; además son agradables. Tengo la suerte de conocerlos, así como los museos de París (Louvre, Orsay, Centro de Arte Pompidou), algunos de Italia…y bueno, algunos otros por el mundo.
Siempre me siento como en casa en el Reina Sofía. Un poco más duro es quizás el Prado. El Tyssen me parece un poco frio, pero no pierde encanto (quizás lo asocio a su dueña, jiji). El Sorolla es muy cálido, y ni que acotar de Sorolla en sí mismo. Y no me pasó eso, nunca, con ningún otro museo de alguna otra ciudad, ni siquiera cuando aún ni pensaba en vivir en Madrid.
Es una suerte tenerlos. Y hoy me apetecía darme una vuelta por el Reina Sofía, y así lo hice. Por primera vez me metí sola. No es que me moleste, pero no estaba acostumbrada. Es raro moverse sola por un museo, pero descubrí que es muy agradable ir “a mi bola”. Me lo pasé genial, y después de unas semanitas de mucho trabajo (aunque no desagradable) me venía de perlas tomarme este respiro.
3 comentarios:
Esa son las ventajas de vivir en una ciudad grande.
Tampoco entiendo de arte.
Voy a los museos pero cuando llevo media hora me saturo.
Puedo acabar admirando el extintor de incendios pensando que es una obra moderna.
Besos.
Me gustan mucho los museos...vacios. Muy díficil de encontrar hoy en dia. Besotes, M.
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