miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ser o no ser....


Creo que lo del cambio que comentaba el otro día tiene que ver con mi decisión de ser española.
No es que no quisiera (o a lo mejor sí, era eso) pero empecé a preparar todos los papeles para hacerlo....y bueno, costó.
No solo cuesta "económicamente", si no que me di cuenta que implica algo más que eso.

Lo que peor llevo es el maltrato de los funcionarios. Ya se que probablemente en todo el mundo es igual. A mi marido le pasó algo así en Argentina. Pero yo acabo de asumir que a mi me molesta, y mucho.
El domingo, mi admirada escritora Elvira Lindo, publicaba una nota acerca de los comentarios sexistas del alcalde de Valladolid (http://www.elpais.com/articulo/opinion/chiste/verde) y ahí me cayó la ficha.
Es verdad que estoy ejercitando infinitamente mi paciencia, como mujer, como inmigrante, como sudaca...
A parte de querer poner de manifiesto mis sentimientos en este post quiero protestar contra esta gente que se cree no se que. A esos empleados públicos, funcionarios, que ejercen tan mal su función, quisiera decirles yo muchas cosas. Pero sobre todo desearles que sufran en carne propia el mismo maltrato que ellos proporcionan. Me dan ganas de no ser española cuando me encuentro con este tipo de gente. Claro que también me dan ganas de no serlo cuando escucho o leo cosas como las declaraciones de dicho alcalde. Y quiero que sufran ese maltrato en carne propia, no porque deseo el mal para ellos, sino porque así se darían cuanta de lo que generan en la gente y quizás, dejaran de hacerlo.

Ojo, algo así también me pasa con Argentina. A veces deseo que cambie y se borre toda la maldita corrupción y el mamoneo que hay en mi tierra.

Por suerte, me encuentro con mucha gente como Elvira Lindo, y las "no ganas" de ser española se me borran de un plumazo.

viernes, 29 de octubre de 2010

Después de un mes a lo loco, he encontrado un tiempo para mi blog.

Pasaron muuuchas cosas...

Para empezar, terminé un curso muy importante, que me tenía saturadisima. Yo que pensaba que el estudiar tan exhaustivamente se había terminado, me volví loca.

Después llegaron amigos de distintas partes, incluida Argentina. Siempre es una alegría recibirlos.

Una de las cosas que me quedó picando fue la incripción a la escuela de idiomas (EOI). Misión imposible. Qué mareo de días, exámenes de nivel, fechas de incripción para nuevos alumnos, que sí que hoy no, que el 1 de octubre....total, que me quedé sin plaza para ninguno de los idiomas. Claro que me acordaba de los cursos de idioma de la UBA (Universidad de Buenos Aires)...

En fin, que acá sigo.

Mis amigos ya se fueron, todos. Así que hoy regresé del trabajo y me puse a escribir, con mate y todo, como en los viejos tiempos.

Entre tanto y tanto ojeo el periódico por internet, ya que la muerte del ex presidente ha movilizado mucho. En este caso no porque lo admirara, aunque es verdad que tiene sus méritos (para mí, por lo menos) sino porque otra vez esta lejanía no deja de sorprenderme con los efectos que me produce.

Cinco años y un poco más, hace ya que vivo en Madrid. Y siempre hay algo que me retrotrae a mis tiempos en Argentina. No es raro, yo creo, son muchos años. Acá, allá, la “SH”, el “vos”....

Tengo la sensación de que es una nueva etapa y no se porqué. Cuando lo descubra, lo cuento.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Nos quedamos en Blanco....

Andamos con intención de levantar los animos. Lo vamos logrando.

El sábado pasado, 11 de septiembre, nos aventuramos como todos los años en esta época, a la Noche en Blanco. Y otra vez nos decepcionamos. Lo digo, a ver si me escucho, NO vuelvo a ir. Yo le pongo onda, es decir, pongo voluntad. Organicé más o menos una ruta y tomamos la precaución de salir temprano. Pues no hubo caso. Llenísimo de gente por todos lados, pero este no sería el problema si este echo se tuviera en cuenta. Osea, ya sabemos los que salimos a la Noche en Blanco, que va a estar petado. Lo que no me parece justo es que no te informen en ningún sitio que para entrar a ver ciertas cosas con aforo, tenés que retirar entradas....y si hay que retirarlas, dónde, cuándo, a partir de qué hora. Claro, te encuentras que los de siempre, si tienen entradas. Osea, familiares, amigos, conocidos de políticos y organizadores....

De todas formas, se nota, estoy mejor, estoy con ganas de pelea! jeje

domingo, 22 de agosto de 2010

Contrastes


Hay veces, situaciones, que hacen que me arrepiente de haber emigrado. Esta es una de ellas.

Después de tantas cosas buenas, de desafíos cumplidos, de viajes maravillosos me vino un palazo. A mi y a toda mi familia de Argentina. La pérdida de una persona muy querida nos ha golpeado a todos. Tan de golpe, tan de repente. Una de las personas más alegres, más maravillosas que tuve la suerte de tener por familia se fue para siempre. Una maldita enfermedad se la llevó, y me duele tanto que no he querido ni escribir.

Digo que me arrepiento porque no estoy cerca de todos los que sufren por la pérdida y también por un sentimiento egoísta, porque necesitaría de ellos.

No es que mis amigos de aquí y mi familia de aquí pasen de mí, al contrarío. Pero soy yo la que necesita estar cerca.

Me quedaré con sus buenos recuerdos, con lo bien que lo pasamos cuando vino a visitarme acá a Madrid, de la alegría que irradiaba, de la amistad que la unía a mi mamá, de lo cerca que estaba de mi papá. Me quedaré con la alegría que me ha dejado. Aunque como diría Fito Paéz “nada nos deja más en soledad, que la alegría si se va”.



sábado, 3 de julio de 2010

REGRESO A CASA


Ya regresé. Me recibió Madrid con bochorno (calor húmedo) y huelga de Metro...pero quería verla. Me pareció un poco ajena, algo resentida porque sabe que me gustaría que tuviera mar. En lo posible, como ese Adriático que dejé en Italia.

Pero poco a poco me voy reconciliando. Ayer pasé por La Puerta del Sol, volví en autobús desde el trabajo y la miré, frente a frente, para que se percatara de que quería amigarme.

Todos preguntan por Italia y yo no paro de contar todo lo hermoso que vi, todo lo mucho que trabajé y los nuevos amigos que dejé.

"He vuelto" le tuve que repetir. Y comenzó a llover, no se si por tristeza o alegría....

miércoles, 23 de junio de 2010

eL ColOr dEl tRIgO


Intento entender mi cabeza y me resulta difícil. En el trabajo (que por eso he venido) no me ha ido mal, pero tampoco es para tirar petardos. La ciudad, como les describí, no es bella. Tiene su encanto, y un casco antiguo muy majo, pero vamos, que hay muchísimas más lindas.

Me he encariñado con la gente. Otra vez, tengo que partir (en una semana) y me dejo una parte de mi alma.

Después de haber escrito aquel post sobre viajar sola, comencé a contactarme con gente de aquí, de Bari y algunos que pasaron de viaje. Como siempre, pasa cierto tiempo y todos nos hacemos a todo. Aunque hacerse al mar, es decir, tener el mar cerquita, lo hace mucho más fácil.

Otra vez tengo que despedirme, otra vez me dicen que me extrañarán, otra vez amigos lejos, otra vez digo yo que los extrañaré.

Llegado a este punto no puedo no dejar de pensar en que quizás debería….haber venido? Estado tanto tiempo? Abrirme tanto a la gente? Porque luego me cuesta…

Pero me acuerdo siempre de mi Principito y su dialogo con el zorro:

De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:

—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.

—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...

—Ciertamente —dijo el zorro. —¡Y vas a llorar!, —dijo él principito. —¡Seguro! —No ganas nada. —Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.

(El principito, ANTOINE DE SAINT – EXUPERY)

sábado, 15 de mayo de 2010

Por cierto...


SI!!! AUPA ATLEEETIIII! QUE ALEGRÍAAA!!!


No Manque, no me he olvidado….¿tu sabes lo que es gritar sola en medio de una pequeña ciudad, el primer gol???? Pues yo sí! Lo experimenté…Claro que cuando empató, tuve que dejar de escucharlo porque me daba algo

Viajar sola


Hace una semana me he animado y me he ido sola recorrer alguna ciudad pequeña del sur de Italia. Es raro viajar sola, pero me mola. Alguna vez lo he hecho en Argentina y fue una experiencia maravillosa. La clave está en dar con lugares donde te puedas contactar con gente dispuesta a lo que surja. Aquella vez me había ido al norte argentino, Salta más precisamente, y me alojé en un albergue juvenil, de esos donde compartes habitación, baño, etc. Y di con gente majisima. Alquilamos coche, hicimos excursiones, genial.

Esta vez era solo por un día. Me aventuré hacia Trani, una pequeña ciudad sobre el mar que me habían recomendado. Como trabajo durante la semana, fui y volví en el día, un domingo. Bueno, no era la gran aventura, pero me había costado un poco tomar la decisión.

Estuve todo el tiempo sola y me predispuse a comer sola inclusive. También me costó decidirme, porque uno no sabe lo que es comer solo “públicamente” y como extranjera, hasta que lo haces. A lo mejor es una tontería y mucha gente lo hace, (pero yo no vi a nadie solo aquel día). Por suerte la camarera era majisima y terminé hablando de futbol con el dueño o encargado (jeje, el futbol comúnica!!).

El caso es que también me dio por pensar mucho (cosa que el estar solo incita) y me he dado cuenta que a veces, no importa mucho dónde vayas, la compañía hace mucho.

Yo necesitaba salir y conocer, pero seguro que con buena compañía uno lo ve de otra forma.

Me hace acordar a cuando vienen mis amigos a visitarme a Madrid y el solo hecho de tomar un café en la esquina de mi casa es una pequeña fiesta.

Trani es muy bella, le llaman la “perla de Puglia” y bien puesto que está. Me tocó un día maravillosos de sol. Tiene una catedral sobre el mar muy pintoresca, pero me llamó más la atención una iglesia pequeñita, la Chiesa di Ognissanti. Mi fuerte no es la religión, para nada, pero Italia tiene una base católica muy fuerte.

Finalmente regresé a casa en el tren de la 5 de la tarde aproximadamente. Me tocó viajar con la hinchada del Bari en el otro vagón, y me pegué un “julepe”!!! Me pegué a una pareja que los había visto por ahí, y salieron de Bari conmigo…Nada que no se pareciera acualquier día en Buenos Aires, pero es que ya les dije que la porteña está amadrileñada.

Feliz San Isidro! (o lo que se diga y se desee en este día a los Madrileños)







Catedral

Chiesa di Ognissanti

jueves, 29 de abril de 2010

Madrileña en Bari


Estar sola tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Como me dijo alguien, es una cura de humildad. De pronto tienes que hacer lazos con lo que hay a mano, y te encuentras con muchas cosas. O sigues sintiéndote sola. O aparecen sentimientos realmente sorprendentes.

Lo que mas jode es no manejar el idioma. Por suerte tiene cierto parecido, aunque con el dialecto este del sur a veces es imposible entender algo. Pero me está costando sobre todo a la hora de salir despreocupadamente como me ocurriría en Madrid o España en general. En el trabajo, a veces es difícil captar las cosas, por esto justamente. Y me ha dado algún que otro disgusto.

En las salidas, las pocas que hago, evito hablar si no me hecho un “mini disurso” antes. No es que me haga un dialogo a estudiar, pero si tengo que preguntar algo, debo pensarlo (debo pensare…me han corregido, es "devo") antes.

El haberme despegado ya de mi tierra antes hace las cosas un pelín más facil, porque ya sabés un poco lo que es estar de prestado. Pero ahora, y como ya he comentado, soy una española en esta tierra. La verdad es que me identifico como tal, porque sino también es un rollo explicar todo. Además, en parte es así. Acá me doy cuenta de que mi vida diaria está en Madrid, y la extraño. Yo no se muy bien qué extraño…

Tengo una familia debajo de mi balcón que se reúne todas las noches a hablar y ahora mismo el niño que está con ello me está taladrando los tímpanos. De paso me acompaña Calamaro con Los Rodriguez.

Lo que más extraño es (a parte de mi marido) el hecho de poder salir sola sin que la curiosidad de la gente (y sobre todo de los hombres) me haga sentir incomoda. Lo que menos extraño es la comida. Lo que me está salvando es mi compu!!!!

“Italia is diferent” y más lo parece este sur que hoy me acoge.


Escaleras del piso donde vivo en Bari.

miércoles, 7 de abril de 2010

PREGUNTANDO SE LLEGA A ROMA


He pasado dos semanas viviendo en Italia, aunque esta semana santa me he ido a Roma. Italia y los italianos son muy particulares. Yo sabía que me iba a pasar algo como lo que me está pasando, y es que aquí, me siento española. Es raro porque muchas costumbres de acá, sobre todo del sur de Italia, son muy parecidas a las de Argentina.

El caso es que este finde me fui a Roma, donde me encontraba con marido y amigos. Para empezar, había sacado un pasaje ida y vuelta en tren desde Bari a Roma. Los chicos llegaban a Ciampino el miércoles tarde por la noche. Unos días antes, me entero por la gente del curro, que las vías de este tren estaban cortadas en un tramo, por un derrumbe. Hasta ahí todo bien, no pasa nada, un accidente pasa en cualquier lado. Pero pensaba que me informarían de algo, que la web diría algo, que habría algún apartado. Nada. Preferí irme en Bus, de ida, para no llegar muy tarde, y a la vuelta probar la odisea.

Llegué a Roma, específicamente a la estación de bus Tiburtina el miércoles por la tarde. Una chica del bus que me vio medio perdida, me ayudó a buscar el metro para llegar a Termini. Fue un poco duro, pero lo conseguí. De Termini, tomé el tren hasta Ciampino y de ahí un bus hasta el aeropuerto. Pero en el medio, para tomar el tren desde Termini, nada que te indique nada. Te ponen la vía de un tren y su destino final, pero tu tienes que adivinar por donde pasa. Para ir a información, una cola de 100 personas como mínimo…menos mal que en general la gente es majisima, amabilisima. De verdad. Todo lo mal señalizado, lo mal informado, lo desordenado que está, lo compensa la amabilidad de la gente. A cualquiera que he preguntado, me han ayudado. Chapuceando italiano, hablando español despacio, inglés….como sea, me han indicado o han dejado de hacer algo para ayudarme. Pude comprobar la fidelidad del dicho, he llegado, preguntando, a Roma.


domingo, 28 de marzo de 2010

Primeras impresiones de Bari

Siempre hago alarde de mi suerte y esta vez debo hacerlo nuevamente. He llegado, e han recibido perfectamente, con mucha familiaridad y me estoy sintiendo muy muy bien, acá en Bari.

Hay miles de cosas que me gustaría contar, miles de detalles que he percibido en una semana. Creo que el ser de afuera en un lugar te hace bastante más crítica y atenta a todo. Ya saben que me pasa con Madrid, aunque cada vez más con Buenos Aires. Y ahora en Bari.

De momento, Italia es fascinante, en cuanto a cultura, cultura culinaria y gente. Bari también lo es, aunque es pequeñita y no hay nada muy destacable. Bueno, sí, el mar. Aunque es bastante sucia y desprolija y la gente es gritona, puedo decir que a mi me gusta. También debo de agregar que, contra todo lo que piensan mis compis de trabajo, se trabaja mucho, muchisimo!!! No he parado ya la primer semana, y por eso no he tenido casi tiempo de escribir.

Quiero recalcar la comida. La pasta y la pizza son increíbles, contra todo lo que alguna vez he dicho, que en Buenos Aires era mejor. Y el café, por supuesto, buenisimo. Creo que parte de lo que siento tiene que ver con que muchas cosas me son familiares. La forma de ser la gente, la calidez, la comida nuevamente, me hacen acordar mucho a mi infancia en Pompeya (mi barrio de Buenos Aires).

Hay dos cosas con las que me he deleitado: con la Focaccia y el Cornetto. La primera es una pizza. Se hace sin queso y es la especialidad de acá, del sur. Crocante, esponjosita y no te cae pesada. Y el cornetto es como el croissant español o una medialuna gordita de Argentina. Le ponen, crema (nata), crema pastelera (crema), nuttella, o la combinación de algunas de estas cosas. El dato curioso es que, como en Argentina, la panadería (patiseria en italiano) lo hace la noche anterior. Y acá, la pastelería abre para venderlo a esa hora. La gente hasta hace colas, y es una buen punto de reunión para la gente joven.

He de destacar que parte de la suerte que tengo se debe a que, casualmente, me encontré con unos argentinos ( a partir del trabajo) y me han explicado muchas cosas, y me explicarán, de todo este micromundo que hoy me toca vivir.

jueves, 18 de marzo de 2010

Siguiendo mi rastro...


Me parece increíble que todavía no les haya hablado del Rastro. Aquel de Sabina, que iba cada domingo a ver a esa argentina. Aquel del matadero, ya que se llama rastro porque por la calle principal de donde se ubica este mercado callejero, era por sonde se arrastraba a las reses muertas y ensangrentadas. Estas dejaban justamente un rastro de sangre.
También es muy mío el Rastro. Creo que ahí definitivamente me enamoré de Madrid…y de un madrileño.
Este domingo pasado fue el punto de encuentro con unos amigos que viven fuera de Madrid. Aprovechamos que por fin hizo buen tiempo y nos dimo una vuelta por ahí. No compramos nada, aunque a mi siempre me tientan las tienditas de ropita medio jiponas que hay.

Pero a mí, como creo que a la mayoría, me gusta el Rastro como “excusa”. Excusa de salir el domingo por la mañana (bueno, antes de comer, mejor dicho) encontrarte con amigos, pasear, ver gente muy igual y muy diferente, perderte por calles y callejuelas con “mercadillos paralelos”, poder encontrar prácticamente cualquier cosa y, claro que sí, como buenos y buenas madrileñas (aunque sea momentáneamente) tomarte unas cañitas con las tapitas que pongan. Como diríamos en Argentina, el Rastro es un sentimiento, más allá de todo. Ojala, los que no lo conocen, puedan hacerlo algún día. Yo les muestro un pedacito.







Les dejo una página muy interesante también, sobre el Rastro

http://www.elrastro.org/patrimonio-1.html


Aprovecho para comentarles que la porteña se va a Italia. Me lo tenía guardadito y de hecho me tenía y tiene bastante ocupada el tema. Me voy por trabajo 3 meses y aprovecharé para contarles algo de Italia. Seré La Porteña en Madrid que escribe desde Italia…Así que, ¡nos seguimos leyendo! no me pierdan el rastro...

Ciao...

jueves, 25 de febrero de 2010

Me marco un 2X4


Yo necesito actividades extras. Me refiero a que, necesito mis cursitos, mis talleres....algo que me conecte con cositas que me gusta, con expresarme, con motivarme.
No se si es una necesidad real o un "trauma". me inclino por la primera, aunque mi madre ha dado forma a esa necesidad. La típica: me anotaba en clases de Karate, natación, inglés, talleres varios...y además, me tenía que ir muy bien en la escuela, claro. Y así era.
Luego, vas creciendo y vas eligiendo, por suerte. Lo bueno es que me abrió mil "frentes" por donde atacar la vida.
Me acuerdo con muchisimo cariño del taller de arte de Dora. Iba los viernes, después de clase, porque yo hacía el turno tarde en la escuela secundaria (instituto, dirían acá en España). Caí casí por casualidad y creo que he pasado allí dentro los mejores momentos de mi vida...o bueno, por lo menos los de mi adolescencia.
Andaba yo buscando algo por los madriles. Algo así, que me motivara. Y debo confesarles que me resultó y me resulta muy difícil. De verdad les digo que yo pongo voluntad, pero, cuando no hay cupo, es cariiisimo...cuando no, queda en el quinto pino, y la más común es el hecho de que tiene unos horarios horrorosos, anti "gente que trabaja normal y corriente".
Cuando mi marido vivía en Argentina, se sorprendía del hecho de que casi todo el mundo hacía algo extra, tipo teatro, música, alguna danza, cursos varios de aficiones...En definitiva, no se si soy yo, o no encuentro este tipo de actividades (no me digan que vaya a la Casa Encendida, porque son los de los horarios horrorosos o los "cupo completo").
Halle un pequeño paraíso, aunque sea provisional. Me he apuntado a tango....y va de maravilla. Yo algo sabía, porque en Buenos Aires he ido a alguna que otra milonga. Pero tenía la necesidad imperiosa, el otro día, de bailarlo. Y me desquité. Aparecieron principiantes y bailarines más duchos. Pero al final, conseguí marcarme unos buenos pasitos con el bailarín más longevo y natural de la sala. otra vez, un viernes por la tarde.

sábado, 13 de febrero de 2010

Aquí vivo

La verdad es que yo sin música no puedo ni pensar. A veces es un problema, porque ¿se imaginan que necesitan concentrarse y una pesada como yo pone música, de todo tipo? O la radio...
Por suerte mis compañeros pasan de la música que yo ponga. También, suelo mirar un poco a mi alrededor, cosa de no ser tan pesada. Es que, hasta para estudiar la necesito.
El otro día estaba con Sabina (para variar. Aunque no lo pongo mucho para no aburrirme....cosa que dudo que logre algún día) y me di cuenta que, otra vez, una de sus canciones, me identifica casi al 100%. La busqué en youtube, a ver si tenía videillo. Y me encontré con un "popurrí" hecho por algún loco o loca como yo. Me disculpo si le molesta, pero lo he robado para ustedes.

Y por favor, como dice la canción:
"Cuando la muerte venga a visitarme, que me lleven al sur donde nací. Aquí no queda sitio para nadie. Pongamos que hablo de Madrid."

sábado, 6 de febrero de 2010

La relatividad del tiempo



Es increíble lo efímera que es la vida. Pasamos todos tan rápido por este mundo.

Es que con los exámenes y el poco tiempo para todo, te das cuenta que si no aprovechás las cosas, pasan volando. Es que, ¡ya estamos en febrero!

También es verdad que, desde que vivo en España, las cosas me pasan más rápido. O bueno, a lo mejor es la forma de vivirlas. Lo que me parece que me pasa es que, como uno está lejos, y añora, y además no dejás de comparar nunca (sea bueno o malo) lo que te pasaba allá, lo que hacía allá, las costumbres ahí...como no dejas nunca de hacerla, las etapas de tu vida van divididas en tus pequeños “acostumbramientos”. Otra medida la dan los viajes. “¿hace cuánto que no vas? un año; un año y medio, 6 meses...” y todo va de visita en visita. O de años que hace que vivís acá. Yo no me creo que hace casi 5 años que acá estoy.

Pero he de contarles un secreto. Hay un lugar donde el tempo pasa de forma diferente. En ese lugar, un minuto pueden ser dos, tres minutos, de pronto son cuatro. Los relojes de llegada del tren lo confirman! uno es dos, dos son cuatro...o más!

Ese lugar está cerca de los madrileños. Es el Metro de Madrid. Sí señores, estar atentos, allí debajo hacemos viajes temporales...




martes, 2 de febrero de 2010

Ausente sin aviso...

Siempre supe que era (y soy) un poco omnipotente. Así que me doy cuenta que esto lo escribo para mí, con la esperanza de que realmente me hayan extrañado y quieran saber de mí, y leer mis chorradas de tanguera exiliada.
En cualquier caso, continuo con esta “veta narcisista” (diría mi terapeuta argentina, la que dejé un día en Buenos Aires) y les comento varias cosas que le pasan a esta porteña en Madrid.
En cuanto regresé de Canarias, me esperaba una ola de exámenes. No voy a detallar nada, solo decir que es verdad aquello que me decían cuando era adolescente de “estudiá ahora, que la cabeza luego no da para tanto”. Pero, debo aclarar que no es la cabeza. Es más, creo que me funciona mejor que nunca. Son las ganas. Ganas de hacer cosas y no verlas “teóricamente”, de trabajar y ver algo productivo.
Así que bueno, en mis debates mentales, me dediqué a estudiar como buenamente pude. Les adelanto que me falta un examen, que rindo el viernes.
Y me ocurrió algo maravillosos. ¿se acuerdan que alguna vez me quejé de que aquí no se estudia mucho en grupo? Pues he convencido a varios, y varios ya venían convencidos, y hemos hecho unas mesas de estudio muy productivas y sobre todo, divertidas. voy a extrañar a mis compañero, de verdad, aunque haya empezado queriendo ignorar a todos. Se merecerán un post aparte.
También, tengo ordenador nuevo, con sistema nuevo. Y no me entero mucho, aunque ya voy tomándole la mano. Pero es verdad que muchas veces no supe como subir movidas al blog....bueno, aún no lo sé. A ver que sale...

Finalmente, el domingo, haciendo un descanso de tanto estudiar, me puse la tele. Y me encontré a Buenos Aires con Sabina incluido. Dos pájaros de un tiro. Me encanta Sabina. De Buenos Aires ni hablar. Así que otra vez, esa visión desde afuera me invadió con parte de nostalgia, parte de alivio y parte de bronca. La nostalgia, nuevamente, ni hablar, ya lo re saben. De alivio, porque Argentina sigue siempre igual. Insegura, machista, cruel, desigual, hermosa pero arruinada. Dolorosa. Bronca por amarla tanto como odiarla. Querer cambiarla y no poder, no saber y ya no querer.

“Se llamaba Utopía, me gusta imaginar que me engañó cuando se despedía”

Y aquí los dejo por hoy. No voy a negar que pensé en cerrar el blog. Pero, ¿para qué? Aunque solo escriba para Paula y para mí, vale la pena!


domingo, 17 de enero de 2010

En Argentina las leyes laborales son distintas, mucho perores para el trabajador. A veces los gobiernos hacen arreglos y movidas en este aspecto que no todos vemos y entendemos…y después resulta que no tenemos casi vacaciones, días de exámenes, ni días de asuntos propios que tomarnos. Y vivir y estar bien también es relajarse un poco y descansar.

El hecho de tener un mes de vacaciones, días de asuntos propios (que podemos manejar un poco a nuestro antojo), te hace disfrutar, incluso trabajar un poco más relajado.
Me llegó el turno de gastarme los días que me quedaban, aunque insisto en que por suerte mi curro me gusta. Y me fui a visitar a mi hermana, que no es mi hermana de sangre, pero como si lo fuera, que vive en Tenerife.

Tenerife y La Gomera pertenecen a las Islas Canarias. Este archipiélago pertenece al continente africano, aunque son españolas. Por clima, geografía y costumbres son total mente diferentes a la península. La verdad es que son un encanto de gente, muy amables y cordiales. Probablemente el “aire latinoamericano” que hay influya en lo que yo sienta, que también soy latinoamericana. Muchos de los canarios son de padres canarios que emigraron a Cuba y Venezuela y luego regresaron. Sus hijos habían nacido allí, pero se volvieron. Se nota que las costumbres son más del tipo latino.

El caso es que vuelvo a la península y hace un frio de morirse, cuando yo estuve a más de 20 grados, tirada en la playa. Me dio tanta pena volverme que pensé “deberían estar prohibidas las vacaciones….o deberíamos vivir de vacaciones y volver unos días al trabajo”. En cualquier caso, hasta los que tenemos la suerte de que nuestro trabajo nos guste nos cuesta desprendernos de un paraíso como las Islas Canarias.


El Teide, visto desde La Gomera












Valle Gran Rey, la Gomera


Playa Las Teresitas, Tenerife